EL PROCESO DE CREACIÓN DE UNA VISITA PARA PERSONAS CIEGAS EL CASO DE “LA LUZ NEGRA” EN EL CCCB

En el segundo trimestre de 2018, el programa expositivo del CCCB quedaba marcado por “La Luz Negra”, una exposición que se quiso hacer accesible para personas sordas y ciegas.

La visita diseñada para personas sordas se realizó como una visita inclusiva programada en el servicio habitual para público general de fines de semana, con una intérprete de lengua de signos que la seguía.

Respecto a la visita para personas ciegas o con baja visión, se tomaron como punto de partida las siguientes premisas

Respetar el discurso expositivo.
Crear una nueva narrativa adecuada al público.
Ofrecer variedad de soportes y formatos.

Se partía de una característica interesante: la variedad de materiales y formatos, que iban desde la pintura hasta la música pasando por escultura, cómic y cine, permitían crear una experiencia sensorial para hacer llegar el discurso de diferentes modos.

A partir de aquí, el proceso fue el siguiente:

1. Crear una nueva narrativa, haciendo inciso en la descripción del espacio, desde la arquitectura hasta las mismas obras, con una duración aproximada de 1 hora y 45 minutos.
2. Identificar los puntos clave del discurso.
3. Vincular cada punto a un espacio e identificar las piezas a destacar.
4. De cada una de las obras seleccionadas, valorar qué posibilidades ofrecía y de qué modo se podía hacer accesible. Habitualmente, en las visitas diseñadas se prima el material táctil en substitución de la información visual así que, desde un principio, nos planteamos la necesidad de llegar a narrar desde otros sentidos.

Recursos para la visita
· Recursos táctiles
  • Reproducción en relieve de obra gráfica 
  • Reproducción de un negativo intervenido 
  • Reproducción de obras. Aquí también se incluía un recurso olfativo 
  • Elementos para explicar conceptos y técnicas 
  • Experiencia táctil con piezas originales expuestas 
· Recursos auditivos
  • Lectura de textos 
  • Audición de música 

“Un proceso colaborativo con recursos propios”


A nivel interno, otro de los objetivos de la actividad era explorar hasta qué punto se podía realizar con recursos propios. De este modo, la mayoría de materiales se han producido con recursos internos y desde una vertiente artesanal, con la voluntad de experimentar nuevas fórmulas que aporten un componente artístico y cercano, menos mecánico e industrial.
La conceptualización de la actividad contó con la visión, opinión y participación de personas de diferentes departamentos del centro. Entenderlo como un proceso colaborativo también permite explorar otras vías, introduciendo modificaciones y reflexionar más y mejor sobre todo lo planteado. También han colaborado entidades y instituciones externas, como la Fundación Tàpies y una representante de la ACiC, que aportó una visión crítica de la sesión piloto.

Asimismo, en esta voluntad de seguir generando y manteniendo una comunidad en el entorno del CCCB, se hizo un proceso de comunicación en el que se contactó con diferentes personas y entidades, como la ACIC, la ONCE, la Asamblea por la diversidad y la Asociación Discapacidad Visual Catalunya B1+B2+B3.

“A modo de reflexiones finales”
A modo de reflexiones finales, creemos que el valor de esta experiencia se encuentra en el componente creativo, que se evidencia en la metodología seguida, artesanal y muy experimental, con recursos propios. De algún modo, este método de prueba y error funciona cuando se trabaja desde la participación y colaboración de diferentes personas, ya que cada una aportará una visión y un valor diferentes que después se verá reflejado en la recepción de los materiales por parte de los visitantes. En el fondo, en una visita de estas características se ofrece una lectura concreta, que deja poco espacio para el disfrute individual. Pero con la participación de diferentes agentes, esta lectura se diversifica y enriquece, conectando más con el público que participa, también con intereses, gustos y visiones igualmente diversos.

Esto también permite reflexionar sobre el proceso de acercarse a un discurso expositivo desde los diferentes sentidos permite ofrecer al público una experiencia donde no solo prima la información visual, sino que entran en juego la escucha, el tacto e incluso el olfato. En esta ocasión algunos recursos creados para la visita para personas ciegas acabaron por usarse en las visitas de público general, un hecho que demuestra la necesidad de leer desde una perspectiva inclusiva los espacios y discursos culturales en beneficio de todas y todos.

Quim Módenes 
Barcelona, noviembre de 2018

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