Dado
que el CCCB tiene múltiples propuestas en su programación relacionadas con el
cine y el mundo audiovisual fue natural que muy pronto se incluyese una
actividad como “Anem al cinema! (¡Vamos
al cine!)” dentro del Programa Alzheimer. La composición de los grupos que
participan en esta actividad es la misma que la de los grupos que realizan las
visitas a las exposiciones y el funcionamiento de la propuesta es también muy
similar.
Con
el tiempo y gracias a los comentarios y valoraciones de los responsables de los
grupos, fuimos descubriendo que uno de los grandes logros de esta actividad era
la excitación que se generaba en los usuarios por el mero hecho de volver a ir
a una sala de cine. Nos dimos cuenta de
que una actividad tan sencilla como el hecho de ir al cine cualquier aburrida
tarde de invierno se había convertido en algo casi imposible para quienes
padecen Alzheimer. Incluso aunque en las fases iniciales de la enfermedad les
sea posible disfrutar plenamente de una película el temor tanto del paciente
como de sus familiares y acompañantes a cómo gestionar la situación en sí, a
las reacciones del enfermo y al rechazo social hace que, en la mayoría de los
casos, se prescinda de este tipo de actividades de ocio. Se contribuye así a un
aislamiento social que no es beneficioso para el bienestar del enfermo.
Ante
una amplia demanda comenzamos a documentarnos y encontramos referencias a
programas similares llevados a cabo en Estados Unidos, como es el proyecto “Meet me at the movies” de la “I’m still here Foundation”. También
descubrimos que en países como Gran Bretaña hace años que se organizan los
llamados dementia friendly screenings.
Es decir, sesiones de cine adaptadas para personas con Alzheimer o algún tipo
de demencia asociada a la edad. Las organizan tanto instituciones culturales
como salas de cine comerciales, que poco a poco se han ido sumando al proyecto.
La Alzheimer’s Society del Reino Unido incluso ha publicado una guía en la que
aporta pautas para adaptar las salas de cine y organizar proyecciones
específicas para este público. Fue un material de referencia que nos ayudó a
orientar nuestra propuesta.
Para
preparar la proyección nos centramos en varios aspectos concretos:
- Selección de la película: Debido a nuestra experiencia previa y a la documentación que habíamos consultado teníamos claro que los musicales son siempre una buena opción. Las evidencias científicas y la experiencia práctica sugieren que las personas que padecen demencias pueden disfrutar de la música incluso aunque hayan perdido muchas otras capacidades.
- Recepción y acogida de los usuarios: Teníamos que prever el punto de llegada y aparcamiento durante la proyección de los vehículos grupales, además de recibir individualmente a los que llegaban a pie, en taxi o en vehículos particulares.
- Accesibilidad: Cinco voluntarios del personal del CCCB ayudaron a recibir a los usuarios y los acompañaron, por la ruta más adecuada en cada caso, hasta el auditorio. Y lo mismo se hizo a la salida una vez finalizada la proyección.
- Adaptación de la sala (luz y sonido): Se trata de una proyección adaptada, lo que quiere decir que tiene algunas características especiales, como es sobre todo el hecho de que la sala no se quede en ningún momento en una oscuridad total. En cuanto al sonido, hemos leído diversas recomendaciones sobre mantener un volumen no excesivamente alto para evitar sobresaltos. Sin embargo, dadas las características de una audiencia en la que muchas personas tienen dificultades auditivas, optamos por mantener el volumen habitual de las proyecciones.
- La interacción (comentarios, aplausos, etc) no sólo no es reprimida, sino que es bienvenida. Se trata de un espacio de ocio y disfrute.
- Facilidades en los precios: Todas las actividades ofertadas por el CCCB Programa Alzheimer son gratuitas. Se trata en definitiva de mantener una política de precios que no inhiba a las personas de participar.
La
sesión fue un auténtico éxito. La excitación se percibía ya a la llegada de los
espectadores, y a la salida todo eran caras contentas y comentarios positivos.
El mero hecho de ofrecer una posibilidad como esta hace que sea automáticamente
bien recibida. Sin embargo, hay
cosas que mejorar y que se detectan en base a la experiencia. Por esta misma
razón estamos trabajando en convertir estas proyecciones en una actividad
estable dentro del CCCB Programa Alzheimer.
Tere Anglès, Susana Garcia, Tere Perez
CCCB Programa Alzheimer
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